Y ahora solo pienso y veo formas en las manchas del techo, me siento diminuta, después de haber sido gigante, ya no puedo alcanzar las estrellas, el cielo se ha nublado y las nubes me tapan la luna. Ahora solo espero la lluvia, la lluvia y el canto de aquella ave nocturna que avisa que la tormenta ya pasó.
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