Por qué no me permites adentrarme a ti y poder verte desde el mismo punto en que te ves tú? Por qué no puedo llegar a ti, sacarte de mi y hacerte visible? Por qué no me dejas darte vida?Por qué eres tan indiferente? Aunque realmente no eres, no puedes ser, pues eres solo un concepto, eres solo palabras vacías que se llenan con el pensar de cada uno de nosotros. Entonces así te vuelves subjetivo, y ya no eres tu, es también el y ella, somos todos, la perspectiva de todos. Entonces, por qué te siento tan singular, tan cerrado y difuso? Será que aún no he encontrado la forma de descifrarte? De todas formas aún sigo creyendo, que lo que hago a diario se llama arte.
Y a veces tengo esos días de papel, en los que no sé qué está al derecho y qué al revés. En los que solo puedo pensar en lo mismo una y otra vez. Aquellos que quisiera envolver, tirar y luego recoger. Esos que desde temprano te llenan de estrés, y luego te retuercen y te doblan en diez. Hoy fue un día de papel, en el que pude aprender y también me enojé, en el que trabajé, pero también disfruté. En el que ame, el que arrugué y luego tiré, el que levanté, desenvolví, leí y sonreí.
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