Hoy recibí un regalo, un regalo muy esperado. Una vez lo veía imposible, como algo increíble y que para mi era muy caro.
Muchos protestaron por la necedad con mi gran sueño, pero otros me animaron, y aquí estoy, y soy su dueño.
Una mañana fría, casi al medio día me lo entregaron. Era tan hermoso que solo de el podía ser el regalo.
En mi mente lo escuché decir: es tuyo!, y ahí mismo me lo entregaron, y de nuevo escuché una voz que me dijo: todo el camino yo lo he cuidado.
Entonces confirmé que sí, era de él el regalo. Prometo cuidarlo y aprender a usarlo.
Gracias por todo! Es real! Esta en mis brazos. Solo te pido Dios que me prestes tus manos, que sostengas tu el arco y que me ayudes a afinarlo.
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